Hace muchos años leí por primera vez la que sigue siendo a día de hoy una de las historias que más me gustan. ¿Conocéis la leyenda del lobo bueno y del lobo malo?; os la intentaré contar a mi manera:
Hace muchos años, un anciano cheroqui estaba sentado con su nieto al lado del fuego; hablaban de la vida, de la naturaleza, del paso del tiempo y de los sentimientos mientras observaban, arropados por la luna y las estrellas, al fuego bailar y a la madera crepitar.
El añoso hombre le comentaba al joven que dentro de las personas siempre habitaban dos lobos que a menudo se peleaban; uno era bueno y el otro era malo. El lobo malo era la ira, la envidia, la inmoralidad, la avaricia, el odio, la arrogancia y las mentiras; y el lobo bueno era la paz, la honestidad, la sabiduría, la comprensión, el amor, la luz y la verdad.
El pequeño, después de escuchar atentamente las palabras de su abuelo, preguntó: ‘Y cuando se pelean… ¿cuál de los dos gana?’; a lo que el viejo indio respondió: ‘Siempre gana el que tú alimentes’.
Artur Martí Peraire; junio’21.

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